Ésta es la historia de un pensamiento, una idea que ha recorrido la mente de toda la humanidad la teoría de Hitler y su concepción del "superhombre". Este concepto fue empleado por primera vez por Friedrich Nietzsche en su obra "Así habló Zaratustra", en ella este autor alemán explica lo que es el superhombre. Un ser totalmente contrario al defendido por Adolf Hitler y el nazismo.
Según Hitler, la raza alemana era una raza pura, absolutamente perfecta y gracias a su poder de manipulación hizo creer que los alemanes eran esa raza suprema que debía llevar a cabo un resurgir del hombre. En este contexto situamos el odio que Adolf procesaba a otra de las razas que convivían con los alemanes, los judíos. Estos últimos eran unos excelentes mercaderes, economistas, banqueros, entre muchas otras profesiones, y quizás esto puede explicar la política que el nazismo usó con ellos. Sin embargo, nada absolutamente nada, justifica el genocidio cometido en los campos de concentración nazis, que se expandían por toda Alemania e incluso en Polonia.
Pero Hitler y su concepción sobre el superhombre es totalmente errónea, el verdadero significado de este concepto la explica Nietzsche. Según este filósofo alemán, el hecho más significativo de la historia occidental es "la muerte de Dios", estamos ante un filósofo vitalista, que defiende los valores de la vida. Según él, nuestro espíritu está dividido en dos partes: la primera de ellas es el espíritu Apolíneo que se relaciona con el Dios Apolo fiel seguidor de la razón. La segunda se trata del espíritu Dionisíaco, éste defiende los valores de la vida, aprovechar el momento, conocido cómo el carpe diem. Esta explicación nos ayuda para comprender el por qué de la muerte de Dios.
Nietzsche afirma que el hombre, la humanidad condenó a Dios y lo crucificó, y según él esta es una actitud de rechazo a la vida, por ese motivo Dios ha muerto, ha entregado su vida negándose a vivir y por consiguiente ha supuesto una desvalorización de los valores establecidos en Europa. Además para superar esta pérdida de los valores por la muerte de Dios debe superarse estableciendo una serie de nuevos valores, estableciendo una moral de señores en detrimento de la moral de los esclavos. Esto se explica porque destruiríamos los valores del hombre para establecer los valores del superhombre sustituyendo de esa forma a Dios.
Para comprender mejor qué es la moral de los señores y de los esclavos, es necesaria una definición consistente que explicaremos a continuación:
Nietzsche considera que hay dos clases de hombres: los señores y los esclavos, que han dado sentido a la moral. Para los señores, el bien y el mal equivale a noble y despreciable, por esa razón desprecian como malo todo aquello que es fruto de la cobardía, el temor, la compasión, todo lo que es débil y disminuye el impulso vital. Aprecian como bueno, en cambio, todo lo superior y altivo, fuerte y dominador. La moral de los señores se basa en la fe en sí mismos, el orgullo propio.
Por el contrario, la moral de los siervos nace de los oprimidos y débiles, y comienza por condenar los valores y las cualidades de los poderosos. Una vez denigrado el poderío, el dominio, la gloria de los señores, el esclavo procede a decretar como «buenas» las cualidades de los débiles: la compasión, el servicio (propios del cristianismo), la paciencia, la humildad.

El hombre es un ser incompleto, pues todo animal da lugar a algo superior. Es un puente entre el simio y el Übermensch (término que ha sido traducido con frecuencia, aunque no de la forma correcta, como «superhombre» o «suprahombre», existiendo autores que prefieren su traducción como "ultrahombre"). El hombre es, por tanto, algo que debe ser saltado, superado. El Übermensch es aquel ser que tiene una moral de nobles, es un noble, y acepta la voluntad de poder: es un hombre legislador, él crea sus propias normas, morales y de todo tipo, además es un hombre que somete las cosas a su voluntad, es un hombre vital: ama la vida y este mundo. Además es un ser que acepta el Eterno Retorno, pues cuando toma una decisión realmente la quiere tomar, y no se arrepiente de sus actos. Sabe que la vida es en parte dolor y en parte placer, pero no reniega de ello.

Se abre el debate ¿les parece justo la tergiversación del término superhombre llevada a cabo por los nazis?, ¿es el superhombre el hombre alemán? ¿Por qué Hitler afirmó que su raza era la Aria y por lo tanto la raza suprema, siendo él descendiente de autriacos?
¿Realmente estableció una moral de señores que estuviera por encima del bien y del mal?
Atentamente, Enrique Ramírez.
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